miércoles, 1 de mayo de 2013

AVISO

Hola mis lectores, ya leyeron el segundo capítulo? Espero que les haya gustado.
Por otro lado quería decirles que cree otro blog, este solo de "La búsqueda del Zafiro azul"
La dirección es: labusquedadelzafiroazul.blogspot.com

Así que metanse.
Saludos Fer♡

lunes, 29 de abril de 2013

La búsqueda del Zafiro azul: capítulo 2

Hola a todos mis lectores.
Lamento muchísimo la demora del capítulo, enserio lo lamento y espero que me perdonen.
Bueno, aquí les dejo el capítulo 2, es un capítulo emocionante y espero que les guste.
Por otro lado quería decirles que de las 231 visitas que he tenido, solo han habido 12 comentarios, así que por favor comenten, mientras más comentarios, más rápido escribiré y más sorpresas abran así que ¡¡COMENTEN!!
Bueno creo que no debería seguir molestando aquí les dejo el capítulo, además de un bello dibujo de Priem.


Capítulo 2: La caperucita roja me da consejos de amor.

Cuando llegamos a la carretera ya era de noche, los autos pasaban a una gran velocidad.
       -¿Y ahora qué? -le digo a Priem
De repente un auto paro. La mujer que conducía lo saludo, después nos dijo que subiéramos, me abrió la puerta y subí al auto. La mujer empezó a hablar en otro idioma con Priem, no les presto atención.
Miro para afuera, al bosque se ve hermoso, con sus árboles majestuoso. Entre ellos vi elfos que me saludaban, o me hacían una reverencia, yo les devolví el saludo.
       -Stephanie ella es Catherine, una amiga.
       -Hola –me dice ella con una sonrisa, su pelo café le llegaba hasta los hombros, sus ojos eran de un azul profundo, aparentaba los 20 años y su expresión era dulce. Me parecía conocida aunque no sabia de donde.
       -Hola –le conteste
       -Priem, deberías decirle a la niña quien soy, no vez que la pobre esta confundida.
       -Bueno… Stephanie haz escuchado la historia de la caperucita roja.
       -Emm… si –digo sin entender hacia donde va.
       -pues esa soy yo –dice ella con una risa.
       - ¿Así que eres la Caperucita roja? Guau, no puedes ser, siempre fuiste mi personaje favorito, esto es realmente raro.
       -Bueno deberás acostumbrarte, porque no soy la única que existe. –Pensé en cuantas historias que me contaban cuando chica y que esos personajes tal vez existieran.
Después de un rato Priem me dijo que debía dormir, y le hice caso. Empecé a cerrar los ojos, hasta quedarme completamente dormida.
Volví a soñar con las sirenas, me dijeron algo sobre una piedra y que tuviera mucho cuidado. Me desperté de un salto, seguíamos en el auto junto con Catherine.
        -Veo que despertaste –me dijo ella -¿Cómo dormiste?
       -Muy bien gracias –miro a Priem y notó que duerme -¿Hace cuánto se quedó dormido?
       -Hace una hora aproximadamente, estuvo toda la noche despierto, para protegerte –Me sonrojé –Oye niña, no creas que no te ve, se que te gusta –me sonrojé aun más –No quiero desilusionarte pero Priem es un elfo difícil de conseguir.
       -La verdad es que a mi no me importa eso. Además yo no espero gustarle a él.
       -Dilo no más, pero no te creo.
Después de un rato despertó. Nos saluda y le digo lo del sueño, paramos a comer a un restaurant, la comida era sencilla pero con un delicioso sabor.
Catherine me empezó a caer mejor, conversamos, escuchamos música. Todo iba muy bien pero “Él” lo arruino, mando parte de su ejercito (Un elefante mutante, 4 veces más grande que el auto) El elefante se tiro encima nuestro y el auto quedó aplastado. Catherine y Priem lograron salir, pero yo no reaccioné y quede atrapada en el auto.
La desesperación se estaba apoderando de mi. Sentía ruidos afuera pero nadie venia a rescatarme. Escuché gritos, y palabras extrañas que no entendía. Empecé a golpear la puerta, pero estaba atorada. De repente no escuché más ruidos, ¿qué estaba pasando a fuera? Necesitaba salir, seguí pateando la puerta. Pensé que tal vez el elefante los había matado, solo pensar en ello hizo que las lágrimas empezaran a salir. Me hago un ovillo, me estaba volviendo loca aquí adentro, tengo claustrofobia. El corazón me latía a 1000 por hora, quería salir, lo necesitaba. De repente la puerta se abre y alguien me da la mano, lo abrazo, su olor a bosque hace que me calme un poco:
       -¿Stephanie estas bien? –lo abracé con más fuerza -. Stephanie cálmate, no pasa nada –lo miré y deje de abrazarlo-. ¿Todo bien?
       -Si –dije con la voz ronca -¿Qué a pasado?
       -Bueno logramos vencerlo, Catherine esta buscando un lugar para pasar la noche.
Nos acomodamos en nuestro pequeño campamento en medio del bosque.
Ya de noche, Catherine se ofreció para vigilar. Priem se quedó dormido en seguida y yo después de varias vueltas lo logré, aunque después de un rato me desperté por una pesadilla, empecé a ver las estrella eran bellísimas. Desde casa no las puedo ver bien, pero aquí en medio de la nada se ven a la perfección.
       -¿Estas despierta? –preguntó Catherine.
       - Si –me levanté y me senté al lado de ella, que estaba junto al fuego.
Nos quedamos en un largo silencio, hasta que ella lo rompe:
       -¿Hace cuanto lo conoces? –me dijo mirando a Priem.
       -Emm… 2 días –ella se empieza a reír.
       -¿Y ya te gusta?
       -¡¡Yo no he dicho eso!!
       -Pero se te nota, ven déjame darte un par de consejos.
       -¿Por qué sabes tanto sobre él?
       -Salí con él hace unos… 6 años. Nada muy importante.
       -Ah… bueno ¿y me vas a dar los consejos?
       -Si, lo primero que debes saber es que a él le gustan las chicas aventureras y que les gusta el peligro, así que si sigues actuando como una niña chica tienes cero oportunidades. Segundo NO le mientas que o sino acabarás arruinándolo todo y tercero debes entenderlo, como ya te había dicho es un elfo difícil – la verdad es que a mi no me importaba no gustarle, lo acababa de conocer, además que oportunidades podría tener con un elfo de 1500 años de edad. Nos volvimos a quedar en un silencio absoluto, hasta que le digo.
       -Anda a dormir yo vigilo
       -Bueno si tanto insiste –se acuesta al lado de Priem y se queda dormida.
Sigo viendo las estrellas, me recuerdan a casa, a mi papá y mis hermanos. Pienso en mi mamá no la veo hace años, no se nada de ella. Se fue de la casa hace cinco años. Se que no a muerto, pero no se porque se fue, si éramos una familia feliz.
Las horas pasan volando, empieza a amanecer y Priem se despierta y decide ir a cazar algo. Cuando vuelve viene con unas ardillas, y creo que no se siente muy contento por haber tenido que matarlas.
Empezamos a comer, por la posición del sol deben ser las once o doce.
Catherine que seguía durmiendo se despertó con el olor a ardillas asadas y se nos unió, comimos en silencio, no se si por que teníamos hambre o porque no teníamos tema de conversación.
Estuvimos caminando hacia el norte el día entero, me obligue a mi misma a no mirar a Priem para que ella se diera cuenta de que no me importaba.
Al anochecer logramos divisar un pequeña cabaña, ella sonrió y los dos se miraron. Catherine entró en la pequeña cabaña y saludo a alguien:
       -Vengan entren.
La casa estaba a una temperatura tan agradable. Dentro vivía una mujer mayor, era fácil saber quien era, ya que tenían un gran parecido. La abuela de Catherine nos dio una sopa muy rica, después de eso fuimos a dormir.
Esa noche soñé con Lunaria, la hada que me había mostrado el fabuloso mundo del bosque, la extrañaba mucho, ya que me recuerda a mi madre, su forma de ser y hablar. También soñé con las estrellas, en el cielo se formaba la cara de mi mamá, me saludaba y me decía cuanto me quería, de cuanto quería verme. Desperté llorando, era de noche y había un silencio absoluto, decidí salir para afuera a tomar aire, subí a un árbol para poder ver mejor el cielo, empecé a gritar su nombre:
       -¡¡Lunaria!! ¡¡Si me escuchas ven!! –grité más fuerte- ¡¡LUNARIA!! –creí que ya no tenia esperanzas pero una suave voz me hablo.
       -Hola Stephanie, que bueno que me necesites.
       -Lunaria –ella sonrió de oreja a oreja, la agarré entre mis manos y bajé del árbol. Entramos a la casa y me volví a acostar.
Cuando desperté la abuelita ya estaba despierta y junto con Catherine preparaban el desayuno. A Priem no lo vi, hasta que entró en la casa y saludo a la hadita.

***

 Cuando termine de darme una ducha, volvimos a nuestro viaje Lunaria, Priem y yo.
       -Esta mañana descubrí que no nos queda mucho, ¡Llegaremos hoy! –dijo él alegre.
El día estuvo tranquilo, alegre y armonioso, conversamos y reímos. Eran un poco más de las siete de la tarde cuando llegamos, era un lugar hermoso, había un enorme, viejo y bello sauce llorón, las hojas tocaban las cristalinas aguas, no logré ver ningún pez, pero lo que si vi fueron piedras, muchas piedras de todos los tamaños, grandes, chicas, medianas y de una gran variedad de colores, el lugar estaba lleno de pájaros que rodeaban el sector y cantaban.
Lunaria investigo el lugar y Priem acomodo nuestras cosas.
      -¿Y ahora qué?
      -No lo sé –dijo Priem, mientras encendía una fogata -¿qué recuerdas del sueño? Tal vez nos sirva de algo.
      -Las sirenas y la piedra azul.
      -¡La piedra azul! Metete en el agua y saca todas las que veas –me dice Priem cuando logra prender la hoguera.
      -¿Y por qué yo?
      -Porque tu dijiste que hacías natación
      -Pero yo…
      -¡Metete en el agua, ahora! –me dijo levantándose de un salto.
Entonces me tiré un piquero y me zambullí y caí en las aguas cristalinas.
Debajo veía a la perfección, de repente en el fondo del lago divisé una piedra azul, salí a la superficie tomé aire y bajé hasta las profundidades, logré agarrar la piedra, pero era una trampa, el lago me empezó a succionarme, ya no me quedaba más aire y caí en un pozo. Toda el agua caía en sima mío, hasta que logré notar que en mi lado derecho había una pequeña puerta, la abrí y me encontré con unas escaleras, subí hasta ellas y llegue a un pasadizo, al lado de la muralla había una madera que puse en el suelo, para taparlo, unos metros más allá logre ver el pozo y como el agua caía en él, empecé a caminar para buscar una salida, alguien a lo lejos me llamo:
      -Stephanie –la voz que me llamaba me hacia sentir un escalofrío, era grave, lejana, pero sonaba fuerte y peligrosa.
      -¿Hay alguien aquí?
      -Stephanie, Stephanie, ven, ven a mi.
Lo ultimo que vi fue el suelo y sentí como me dolía el golpe en la cabeza.

******

Después de un largo rato o eso creo, desperté, me encontraba atrapada en una muralla con cadenas pegadas al muro, en mis brazos y torso, piernas no.
Tenia un terrible dolor de cabeza y me costaba entender lo que estaba pasando. En la habitación que me encontraba, pintada toda de rojo, naranjo y amarillo, habían dos personas, un hombre de unos 30 años y una mujer de unos 25 años más o menos, vestían igual con un traje gris, con la única diferencia que el hombre ocupaba pantalón y la mujer falda.
       -No entiendo porque el señor no prefiere matarla y punto –pregunta la mujer.
      -No sé, pero sigamos con las ordenes –De repente me vieron despierta –Oh la elegida despertó, hemos de volver a hacerla dormir –saco una jeringa, que contenía un extraño  liquido celeste que brillaba. Empecé a gritar ayuda, aunque sabía que era inútil. Cuando el hombre estaba a menos de un metro mío, estire las piernas y le pegué, hasta que calló al lado mío, votando el asqueroso liquido celeste y dejando caer las llaves a centímetros de mis pies, como estaba descalza, lo agarre con mis dedos, doble el pie lo más que pude hasta dejar las llaves al lado de mis manos, para ser sincera, no sé como lo hice pero logre sacarme las cadenas, estaba realmente desesperada, y cuando uno se siente así, logra hacer lo que quiere. Salí corriendo hacia la puerta, pero justo antes de salir la mujer, que había ido a buscar algo, llegó y me atacó. Empezamos a combatir, la empujé hacia unas cajas y salí de esa espantosa habitación, corrí por el, mientras la mujer me perseguía, fui lo más rápido que podía, hasta que llegue al pozo, me subí al borde del, y intente aferrarme al borde del lago, el cual seguía botando agua y eso me sorprendió bastante ya qué el lago no se vaciaba. Llegar a la superficie fue todo un reto, la corriente me empujaba, pero yo seguí, cuando lo logré estaba muriéndome, ya no me quedaba aire, y me dolía todo, además del fuerte golpe en la cabeza, creí que me hundiría y moriría ahogada. Por suerte Priem se lanzó al agua y me sacó de ella, y me dejo en la orilla, todavía me costaba respirar.
       -¿Qué paso? ¿Por qué demoraste tanto? ¿Tienes la piedra? –dijo él eufórico.
       -Estoy bien, gracias.
       -Lo siento, solo es que estoy preocupado, te haz demorado mucho y pensé que te había pasado algo y me he preocupado mucho.
       -Siento mucho que me allá demorado mucho, solo es que, me han atacado un par de secuaces de “Él”.
       -¿Y tienes la piedra?-Le iba decir que no, hasta que me doy cuenta que la tuve todo el día en mi mano. -La tienes ¡es hermosa! Es un Zafiro azul.
       -¿Y de que servirá un Zafiro azul? –Preguntó Lunaria.
       -Bueno, creo que yo sé -dijo Priem –los pueblos antiguas  cuentan leyendas, que cuando alguien de la tribu, nacía sin visión les daban un pequeño pedazo de piedra azul y después de eso podían ver. También cuentan que cuando una persona que si ve y come un pedazo, los ojos se le abren así otro mundo, logran ver distintas dimensiones, que es en el caso de los Elegidos –me miró directamente a los ojos, y después continuo –He escuchado que una vez un hombre lo intentó, lo logro, dijo ver muchas cosas distintas y después de unos meses, perdió la cordura, nadie sabe que fue realmente lo que le paso.
Pero son solo leyendas y rumores, así que no estoy tan seguro de que funcione ¿O tal vez si?
       -¿Pero de qué serviría?
       -Tal vez para que alguien pueda ayudarte a combatir con “Él” –respondió Lunaria- Y ese debe ser Priem –Por una estúpida razón me sonrojé, aun que sabía que no podría combatir sola.
       -Bueno, si fuera Priem, quien debe tomársela ¿cómo se la va a comer?
       -La romperemos en pequeños pedazos, y creo que eso bastará.
Así que me dirijo al agua, para sacar otra piedra, que sea dura y capaz de romper el Zafiro, meto la mano en el agua, y justo cuando estoy en contacto con ella me viene una visión, son las Sirenas y me susurran <<Ten mucho cuidado>> me mareó y cierro los ojos, una mano grande y fría me toca el hombro, me giró bruscamente y él esta frente a mi. Su capa negra le tapa los ojos:
       -Dame la piedra, Stephanie –me dice “Él”
       -Nunca –intento decirlo sin temor, pero estoy realmente asustada.
       -Dámela, o quieres que tu amiguito muera cuando se la coma.
       -Eso no va a pasar –digo pero no me siento tan convencida.
       -¿Segura? No lo pareces –se acerco hacía mi.
       -¡¡¡Ándate!!! –grité lo más fuerte posible, mire a mis amigos, ninguno notaba lo que pasaba.
       -Dame la piedra y te dejaré en paz, solo dámela Stephanie.
       -Nunca, te la daría –“Él” sonríe, sus dientes afilados y su lengua negra me dieron mucho asco. Cerré los ojos para no ver esa horrible sonrisa, cuando los abrí me encontraba al lado del lago, como si nada hubiese pasado.
       -Stephanie ¿listo? –era la dulce y melodiosa voz de Priem.
       -No la logro romper –digo girándome y allí estaba él, sonriendo de oreja a oreja, y eso solo hizo que yo también sonriera.
Le pase las piedras a Priem y él las empezó a golpiar varias veces entre si. Hasta que lo logró y en el suelo quedaron 3 pedazos de
 Zafiro de unos 2 centímetros cada uno. Él tomo uno y cuando se la iba a meter a la boca…
       -¡¡No lo hagas!! –grité parándolo.
       -¿Qué pasa Stephanie?
       -No lo hagas por favor, podré hacerlo sola.
       -Es mi deber, protegerte, debo hacerlo, no pasara nada –Sin que yo hubiese podido detenerlo, se la mete a la boca y se la traga. Pone una cara de asco y con Lunaria nos matamos de la risa y él igual.
       -Que asco, sabe horrible –nos seguimos riendo, al parecer “Él” no tenia razón.

Priem vigila y Lunaria y yo dormimos. Después de un rato despierto por una pesadilla. Me levanto y me siento junto a Priem, quien esta sentado en una roca lanzado otras más pequeñas al agua.
       -No deberías dormir –me dice el sin ni siquiera mirarme
       - Si, pero no quiero. Él que debería dormir eres tu ¿No tienes sueño?
       -Los elfos dormimos por placer, nunca nos da sueño, podríamos estar despiertos toda una semana, sin estar cansados, pero si dormimos, lo hacemos muy profundo –me responde y lanza otra piedra.
       -Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?  
       -Claro
       -¿Es posible que “Él”, haya hablado conmigo?
       -No lo sé, ¿Por qué, qué te dijo?
       -Nada muy importante –lo miró a los ojos -Me pidió el Zafiro y dijo que si la comías, morirías.
      -¿Por eso estabas tan preocupada?
      -Si, no quiero que te pase nada –bajó la cabeza un tanto avergonzada por lo que acababa de decir era Priem, era mil veces más valiente que yo.
       -¿Sabes algo? El que realmente esta preocupado soy yo –me levantó la cabeza; me miro, sus ojos brillaban. Después algo inesperado, algo que nunca jamás hubiese imaginado, me dejo realmente ¡PLOP!
Él se acercó a mi y me dio un beso. Fue corto, si, pero para mi fue eterno, todo lo que existía a mi alrededor desapareció por completo, solo estábamos él, yo y nuestro dulce beso.
En ese momento gritaba como loca dentro de mi, pero por fuera estaba totalmente en shock. Cuando nuestro hermoso y tierno beso termino, Me pongo SUPERROJISMA. Nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente. 
Hasta que al fin el me dice que debo aprender a usar la magia, que me servirá de mucho.
       -¿Magia? Wow fantástico.
       -Bueno, la magia es difícil de aprender, en general para ser super bueno debes estudiarla durante siglos, pero la más simple es la de los elementos… Agua, Fuego, Aire y Tierra, son los básicos y los más fáciles de aprender.
Pasamos toda la noche practicando, convocando elementos, atacando con elementos y a la mañana siguiente soy experta en la magia elemental.

Fer <3


miércoles, 10 de abril de 2013

El viaje que cambió la vida de muchos.

Hola a todos, aquí les traigo un mini cuento. Que teníamos que hacer para Lenguaje. El tema era hacer la historia sobre un viaje que quisiéramos hacer,  viajar a un país, un mundo inventado,  a la casa de tus primos, etc..
Bueno entonces yo quería mostrarles mi trabajo. Y saber si les gusta. Ya sé que cree el blog hace muy poco pero si leen esto, las historias, les pido que porfavor comenten, para saber que les parece.
Ya no seguiré molestandolos y aquí les dejó mi mini cuento.

El viaje que cambió la vida de muchos. 

El viaje no es largo, ni corto. No queda ni lejos, ni cerca. No tiene ubicación. Pero es un viaje difícil de hacer. 

Hay tres cosas que debes saber:
   1) Abre tus ojos y tu mente. 
   2) Debes estar dispuesto a todo. 
   3) Debes aceptar lo increíble. 

Abrochen cinturones que el viaje a la imaginación a comenzado. La mente es más rápida que la luz, aunque hay casos en los que puede demorar mucho. Por suerte yo llegó rápido. Aparezco en una sala, en la que hay todo lo que necesito y quiero. Pero siempre voy al mismo lugar, en la puerta hay un enorme cartel que dice <<FANTASÍA>>. Aunque es grande y pesada para muchos, la abro con facilidad. En mi mundo solo existe lo que quiero y lo que me importa. 
Es un viaje que cambia mi vida, que cambia la vida de muchos. 
Entró en la habitación, me siento bajo mi árbol y empiezo a escribir, y las ideas nunca se acaban. 

FIN

Espero que les haya gustado, porfavor, pero porfavor comenten, díganme su opinió

Saludos
Fer♡

martes, 9 de abril de 2013

La búsqueda del Zafiro azul: capítulo 1

Hola, no esperaba subir el capítulo todavía, pero una amiga me insistió. 
Bueno el capítulo no es muy largo (para un libro claro)
Bueno ya espero que les guste mucho y comenten
Les dejo un dibujo hecho por mi.

Capítulo 1: Las criaturas fantásticas.

Crees en las criaturas fantásticas?
a)Si crees, sigue leyendo.
b)Si no crees, y nunca lo harás, cierra el libro ahora, pero en cerio ciérralo.
c)Si no crees, pero si quieres hacerlo, sigue leyendo.
Si estás leyendo esto es porque elegiste A o C (Si no es así veo que no te gusta seguir instrucciones) y créeme no te decepcionaras por haber elegido eso. 
Antes yo no creí, así es, yo Stephanie Álfar no creía en los “cuentos de hadas”. No hasta ese día, ese día que me hizo cambiar de idea, sin ni siquiera pensarlo dos veces.
Después de ese día no volví a ser la misma y preferí guardar el secreto por ellos, además si le decía a mis amigos que veo duendes, hadas, entre muchos otros, puede que crean que estoy loca y aun más si les digo que también puedo hablar con ellos.
Es extraño, lo sé hay veces que yo misma me considero rara. Pero después de todo lo que me paso, ya no puedo dejar de creer.

Creo que deben de estar preguntándose lo que paso “ese día”. Así que bueno… volvamos tres meses atrás, en vacaciones de verano. Me fui de vacaciones con mis tíos que viven al lado del bosque literalmente, es un bosque enorme, el más grande que he visto en mi vida. 
Era primera vez que me quedaba dos semanas con ellos. Cuando llegue después de desempacar, fui a caminar por el bosque. Caminé y caminé hasta quedar en frente de una pequeña casita en un árbol. 
Mi hermana y yo la hicimos hace ya ocho años, ella tenia ocho y yo cinco, hace ya dos años “me abandono” se la pasa encerrada en su pieza, desearía que ella siguiera siendo la de antes.
Entre en la casa, la ordené y la limpié. Antes de llegar había decidido arreglarla. Cuando terminé me devolví a la casa de mis tíos. Pero mientras iba bajando las escaleras, vi algo, algo que me llamó mucho la atención, entre la hierba se movía algo, era una pequeña persona o algo así, que llevaba una moneda que brillaba con los rayitos de sol que se filtraban entre las hojas de los árboles. Después la moneda y el extraño ser desaparecieron entre la hierba. Lo ignoré y seguí caminando hacia la casa de mis tíos.

Mientras cenábamos me preguntaron que había estado haciendo.
       -¿Qué hiciste hoy Stephanie?-preguntó mi tío, un hombre mayor, generoso y simpático.
       -He ido a la casa del árbol. La quiero ordenar, arreglarla.
       -¿Enserio? ¡Qué bueno así tus primos podrán jugar en ella!- me dijo mi tía. Una mujer orgullosa y trabajadora.
       -Si-dije yo aceptando la idea-La voy a dejar perfecta.
Después nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente le pedí a mi tío, un tarro de pintura. Y partí a la casita del árbol.
Puse música y manos a la obra. 
Empecé por fuera, la pinté blanca con el techo rojo y por dentro la dejé tal cuál. Cuando se seco la pintura, dibujé en ella unas hojas, mariposas y libélulas. Arreglé la escalera y también la que llegaba hasta un pequeño mirador. Encontré que me estaba quedando bastante bien.

Un ruido hizo que me estremeciera. Apagué la música para poder oír mejor. Voces. Eso fue lo que oí, hice silencio.
       -¿Estás segura que es ella?-dijo una de las voces.
       -Claro que si, es ella estoy segura.
Miré para afuera no había nadie. Estaba sola ahí. Volví a poner música. Me senté en la silla vieja que había en la casita y me puse a dibujar.
Después me devolví. En la noche no podía dormir, seguí pensando ¿Quién estaba hablando? Necesitaba saberlo, algo me decía que me vigilaban. Cuando al fin me empecé a quedar dormida. Tuve un sueño muy raro, duró segundos. Me despertaba y frente a mi había un pequeño ser alado. Estaba observándome, muy cerca. Intente gritar pero no pude. Después desapareció. 

Me faltaban detalles en la casa. Iba a hacer un cajón para guardar cosas, comida, juegos, etcétera. Así que lleve una carreta con madera, clavos y martillos.
Cuando llegue dejé las cosas y subí al mirador, cerré los ojos y sentí el aire en mi cara, respiré hondo, extrañaba esa sensación de libertada, de paz y mucha tranquilidad.
Abrí los ojos, y la vi, estaba volando frente a mi, con su perfecta cara, la nariz puntiaguda y sus ojos verdes, su cabello negro le llegaba hasta las rodillas. Tenia puesto un vestido con flores. Era una hada. Me miraba con atención.
       -Eres, tu eres una hada- me falló la voz en la ultima parte.
       -Buenos días-me dijo ella- Me llamó Lunaria, soy una hada de la sinceridad. Seré tu guía.
       -¿Mi guía? –Pregunté- ¿Esto es un sueño? No puede estar pasando.
       -Debes aprender a creer.
       -¿A creer en qué?
       -En nosotros-dijo estirando los brazos, mostrándome el bosque.
       -¿Nosotros? 
       -Debes aprender –después se alejo.
       -¡¡¿En quiénes?!! –Grité- Dime…
Bajé y empecé a trabajar, me faltaba poco, pero estaba muy distraída, así que decidí caminar un rato, caminé y caminé por el bosque sin mirar atrás. Hasta que me cansé, me senté en el suelo y empecé a meditar, la paz y la tranquilidad volvió a envolverme, el sonido de los pájaros era aun más tranquilo. Pero la paz se fue cuando oí a alguien gritar:
       -¡¡Ah!! ¡¿Qué es esto?!
Abrí rápidamente los ojos, no había nadie.
       -¡¡Quiero salir!! –Seguía diciendo.
Me levanté de un salto, mientras miraba a mi alrededor y de un hoyo salió un duendecillo. Cuando logró salir ni siquiera me miro, solo se marchó. Quedé boquiabierta esto solo pasa en cuentos.
Ya no lo soportaba más que estaba pasando, quienes son ellos.
Quise volver a casa volver a casa, estuve caminando por todos lados. Pero me había perdido.
Me senté de rodillas, con la cara entre las manos.
       -¿Por qué tuve que salir a caminar? –Dije en voz alta.
Sentí que alguien se pozo en mi hombro, miré y era Lunaria.
       -¿Qué haces aquí? –Le dije 
       -¿Te perdiste? –Me dijo sin responder a mi pregunta.
       -Si, así es.
       -Pues ven, yo te llevaré a casa –La seguí.
       -¿Lunaria a que te refieres cuando dices que eres mi guía?
       -Es mi trabajo, cuidarte y ayudarte.
       -¿Cuidarme de quién?
       -De ellos- dijo en voz baja, mirando alrededor.
Me quedé callada y decidí no seguir preguntando.
Me dejó en frente a la casa de mis tíos, la noche ya estaba cayendo y me preocupe de que mis tíos me hallan estado buscando. Lunaria se estaba yendo. Pero antes me dijo:
      -Si me necesitas solo llámame –Me dijo –Nos vemos mañana, no lo olvides solo llámame.
Esa noche dormí muy bien, ya estaba entendiendo todo mucho mejor, los seres fantásticos si existen, hay algo por lo que están preocupados, y creo que al parecer necesitan mi ayuda.
Durante la mañana me sentía muy alegre. Así que después de comer salí al bosque.
Cuando llegue grité:
       -¡¡¡Lunaria!!! ¡¡Ven, ya llegue!! 
       -¿Me llamabas? –me dijo, mientras se sentaba en la baranda -¿Necesitas algo Stephanie?
       -Compañía y algunas explicaciones – respondí
       -¿Qué no entiendes?
       -¿Lo qué son? ¿Por qué eres mi guardiana? ¿Por qué nunca los había visto? ¿Y por qué debes cuidarme?
       -Bueno ya… como explicar somos “Seres fantásticos” así es como nos llaman, sobre tu segunda pregunta, hace unos años me dieron la labor de proteger, ayudar y enseñar al elegido. Y debo cuidarte porque aunque sabes cosas sobre nosotros, no sabes o necesario, podría ser peligroso –Dijo respondiendo a mi cuarta pregunta- Y creo que la tercera pregunta podrías responderla tu misma.
        -Claro que no, yo no se la respuesta.
        - Bueno si tu lo dices, cuando eras chica venias al bosque junto con tu hermana ¿cierto?
        -Si, así es –Digo sin entender, hacia donde quiere ir.
        - Tu y tu hermana nos vieron más de una vez, y a ustedes no les importaba porque creían que éramos solo parte de su imaginación. –recuerdo todas las veces que vimos hadas, duendes, e incluso recuerdo a ver visto un caballo con torso de persona. Todo empieza a calzar.
Me quedó pensando un rato hasta que digo.
       -¿Protegerme de quién?
       -¿Emm … es difícil de explicar, te estamos esperando hace años, pero eras muy pequeña. Stephanie debes salvarnos.
       -¿Quiénes más viven aquí?
       -Elfos, hadas, centauros, duendes, sátiros…
       -Guau… ¿Pero dónde?
       -Aquí, entre las hierbas, hojas, árboles…
De repente todo tipo de seres extraños, se mostraron ante mis ojos, de los árboles salieron unas mujeres con la piel café verdosa, logré ver a una familia de centauros y a un gran grupo de elfos, me rodearon pequeñas hada. Estaba muy impresionada.
       -¿Vez? Solo debías creer –Me dijo Lunaria
De repente un elfo, que aparentaba mi edad (Aunque estaba claro que tal vez tenia 1000 años o incluso más) se acercó a la casa y me dijo con una reverencia:
       -Stephanie Álfar, te necesitamos, debes ayudarnos -Era realmente bello, sus ojos multicolores me dejaron paralizada, era alto y ágil- Lunaria –dijo dirigiéndose a la hada- ¿Quién la va entrenar? 
       -¡Yo lo haré! –grito una de las mujeres de los árboles
       - ¡¡No lo haré yo!! –Gritaron a lo lejos
       -Silencio -Dijo Lunaria muy calmada- Ya esta decidido lo haré yo y Priem me ayudara. Vuelvan todos a donde tienen que estar –y todos le hicieron caso.
El elfo me dio la mano y bajé de la casita.
       -Buenas tardes su Alteza, soy Priem
       - Emm … Hola
       - Stephanie hay mucho que debes aprender –Siguió diciendo Lunaria –Tendrás que entrenar y mucho.
      -Pero ¿Por qué?
      -“Él” sigue ahí, en el bosque –dijo asustada
      -¿Quién es “Él”?
      -Nadie sabe, por eso lo llamamos así -dijo Priem
      -¿Entonces tengo que decirle que se valla y listo? –dije sarcásticamente 
      -Ven conmigo –Priem me empujó para que avanzara –Lunaria ya volvemos.
Empezamos a caminar, yo lo seguía, nos alejábamos cada vez más y empecé a preocuparme. Le pregunté a donde íbamos pero no obtuve respuesta. Llegamos a una laguna, era cristalina y se lograban ver todos los pececillos que habían.
      -Bienvenida a la Laguna de la Verdad.
      -¿Por qué me trajiste hasta aquí?
      -Es el único lugar seguro, ahora podré responder a todas tus preguntas.
      -¿Qué es “Él”?
      -No lo sabemos, es algo que no podemos ver, pero si percibir – dice mientras se sienta en el suelo- es invisible para nosotros y cualquier ser humano. Pero tu si lo puedes ver, tienes el poder para hacerlo te lo aseguro.
      -Así que quieren que valla a verlo y a decirle algo .
      -No exactamente. Debes hacer que desaparezca por completo, debes matarlo –la voz se le fue en la ultima palabra.
      -¿Y cómo quieren que haga eso?
      -Deberás entrenar –me dijo con una sonrisa –y ese será mi trabajo –entonces yo también sonrió- ¿Quieres que empecemos ahora? 
      -Esta bien
Empezamos con pequeños pasos para combate cuerpo a cuerpo, me enseño algunas habilidades para subir y saltar de árbol en árbol, en mis primeros intentos caí varias veces hasta que entendí la técnica, pero en una caí desde muy alto, el dolor era horrible. Cerré los ojos e involuntariamente me salieron algunas lágrimas, nunca había caído tan fuerte. De repente el calor que entregaban sus manos se empezó a expandir por todo mi cuerpo. Priem me puso la mano en la frente y todo el dolor desapareció, abrí los ojos y él estaba tirado al lado mío, estaba pálido y débil, pero cuando lo miré solo me dio una amplia sonrisa.
Nos sentamos al lado de la laguna a comer fruta, 
       -Deberías aprender a no caerte de los árboles -me dice él y después se ríe. 
       -Si creo lo mismo -y también me río. 
Me doy cuenta que empieza a caerme bien. 
Esa noche soñe algo que no lograba entender, las palabras que me decían eran imposible de comprender, o eso parecía. 
Al día siguiente estaba muy distraída y Priem lo notó, entonces me pregunto que me pasaba, no quería mentirle así que le conté:
       -Bueno tuve un sueño, y estoy preocupada por eso.
       -A ver cuentamelo
       -Estaba bajo el agua, y dos sirenas se acercaron a mi
       -¿Sirenas? 
       -Si, sirenas, me dijeron que para encontrar lo que necesito debo ir al agua de los llantos -Priem se quedo pensando, hasta que me respondió
       -Bueno vamos entonces
       -No podemos, mis tíos se van a preocupar mucho
       -No si saben porque nos vamos Stephanie, hay muchas cosas que no sabes, como que tus tíos son de nosotros -Quedé muy impresionada-Así que tendrás que explicarles, lo entenderán
Así que fuimos donde mis tíos, los saludé y les dije que debía decirles algo muy importante.
       -Tíos ya sé lo del bosque. 
       -Así que si eras tu -respondió mi tía- Tu eres la elegida
       -Así es, bueno pues tenemos que ir a buscar algo lejos, muy lejos de aquí. ¿Puedo ir? partimos hoy. 
       -Claro que si, es tu deber, pero por favor cuídate mucho-dijo mi tío. 
Nos dieron unas mochilas, en ella guardamos comida y agua fresca, además de algo de dinero. 
Priem y yo partimos al atardecer, caminamos por el bosque, hasta que decidimos caminar hacia la carretera. Hablamos mucho, le conté sobre mi vida y él sobre la suya. Gracias a eso descubrí que tenia 1500 años, aunque si alguien humano lo viera diría que tenía 14 años o 15, es decir prácticamnete un años más que yo. En ese viaje me di cuenta que me gustaba y mucho. 

Saludos
Fer <3

lunes, 8 de abril de 2013

Hola!!!!!!

HOLAAAA
Bueno como uno empieza un blog? Yo partiré presentandome,  me llamo Fer, solo Fer.
Me gusta escribir libros y quiero que sean públicos, así que iré subiendo capítulos de mis libros. He escrito varios,  pero ninguno lo he terminado :D
Ahora estoy escribiendo un nuevo libro se llama "La búsqueda del Zafiro azul" llevó 1 capítulo y medio. Así que cuando pueda lo subiré,  probablemente el viernes.
También les iré dejando dibujos del libro,  hechos por mi hermana excepto uno que lo hize yo ;)
Bueno entonces subiré el capítulo el viernes y espero que les guste y comenten.

Fer♡