martes, 9 de abril de 2013

La búsqueda del Zafiro azul: capítulo 1

Hola, no esperaba subir el capítulo todavía, pero una amiga me insistió. 
Bueno el capítulo no es muy largo (para un libro claro)
Bueno ya espero que les guste mucho y comenten
Les dejo un dibujo hecho por mi.

Capítulo 1: Las criaturas fantásticas.

Crees en las criaturas fantásticas?
a)Si crees, sigue leyendo.
b)Si no crees, y nunca lo harás, cierra el libro ahora, pero en cerio ciérralo.
c)Si no crees, pero si quieres hacerlo, sigue leyendo.
Si estás leyendo esto es porque elegiste A o C (Si no es así veo que no te gusta seguir instrucciones) y créeme no te decepcionaras por haber elegido eso. 
Antes yo no creí, así es, yo Stephanie Álfar no creía en los “cuentos de hadas”. No hasta ese día, ese día que me hizo cambiar de idea, sin ni siquiera pensarlo dos veces.
Después de ese día no volví a ser la misma y preferí guardar el secreto por ellos, además si le decía a mis amigos que veo duendes, hadas, entre muchos otros, puede que crean que estoy loca y aun más si les digo que también puedo hablar con ellos.
Es extraño, lo sé hay veces que yo misma me considero rara. Pero después de todo lo que me paso, ya no puedo dejar de creer.

Creo que deben de estar preguntándose lo que paso “ese día”. Así que bueno… volvamos tres meses atrás, en vacaciones de verano. Me fui de vacaciones con mis tíos que viven al lado del bosque literalmente, es un bosque enorme, el más grande que he visto en mi vida. 
Era primera vez que me quedaba dos semanas con ellos. Cuando llegue después de desempacar, fui a caminar por el bosque. Caminé y caminé hasta quedar en frente de una pequeña casita en un árbol. 
Mi hermana y yo la hicimos hace ya ocho años, ella tenia ocho y yo cinco, hace ya dos años “me abandono” se la pasa encerrada en su pieza, desearía que ella siguiera siendo la de antes.
Entre en la casa, la ordené y la limpié. Antes de llegar había decidido arreglarla. Cuando terminé me devolví a la casa de mis tíos. Pero mientras iba bajando las escaleras, vi algo, algo que me llamó mucho la atención, entre la hierba se movía algo, era una pequeña persona o algo así, que llevaba una moneda que brillaba con los rayitos de sol que se filtraban entre las hojas de los árboles. Después la moneda y el extraño ser desaparecieron entre la hierba. Lo ignoré y seguí caminando hacia la casa de mis tíos.

Mientras cenábamos me preguntaron que había estado haciendo.
       -¿Qué hiciste hoy Stephanie?-preguntó mi tío, un hombre mayor, generoso y simpático.
       -He ido a la casa del árbol. La quiero ordenar, arreglarla.
       -¿Enserio? ¡Qué bueno así tus primos podrán jugar en ella!- me dijo mi tía. Una mujer orgullosa y trabajadora.
       -Si-dije yo aceptando la idea-La voy a dejar perfecta.
Después nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente le pedí a mi tío, un tarro de pintura. Y partí a la casita del árbol.
Puse música y manos a la obra. 
Empecé por fuera, la pinté blanca con el techo rojo y por dentro la dejé tal cuál. Cuando se seco la pintura, dibujé en ella unas hojas, mariposas y libélulas. Arreglé la escalera y también la que llegaba hasta un pequeño mirador. Encontré que me estaba quedando bastante bien.

Un ruido hizo que me estremeciera. Apagué la música para poder oír mejor. Voces. Eso fue lo que oí, hice silencio.
       -¿Estás segura que es ella?-dijo una de las voces.
       -Claro que si, es ella estoy segura.
Miré para afuera no había nadie. Estaba sola ahí. Volví a poner música. Me senté en la silla vieja que había en la casita y me puse a dibujar.
Después me devolví. En la noche no podía dormir, seguí pensando ¿Quién estaba hablando? Necesitaba saberlo, algo me decía que me vigilaban. Cuando al fin me empecé a quedar dormida. Tuve un sueño muy raro, duró segundos. Me despertaba y frente a mi había un pequeño ser alado. Estaba observándome, muy cerca. Intente gritar pero no pude. Después desapareció. 

Me faltaban detalles en la casa. Iba a hacer un cajón para guardar cosas, comida, juegos, etcétera. Así que lleve una carreta con madera, clavos y martillos.
Cuando llegue dejé las cosas y subí al mirador, cerré los ojos y sentí el aire en mi cara, respiré hondo, extrañaba esa sensación de libertada, de paz y mucha tranquilidad.
Abrí los ojos, y la vi, estaba volando frente a mi, con su perfecta cara, la nariz puntiaguda y sus ojos verdes, su cabello negro le llegaba hasta las rodillas. Tenia puesto un vestido con flores. Era una hada. Me miraba con atención.
       -Eres, tu eres una hada- me falló la voz en la ultima parte.
       -Buenos días-me dijo ella- Me llamó Lunaria, soy una hada de la sinceridad. Seré tu guía.
       -¿Mi guía? –Pregunté- ¿Esto es un sueño? No puede estar pasando.
       -Debes aprender a creer.
       -¿A creer en qué?
       -En nosotros-dijo estirando los brazos, mostrándome el bosque.
       -¿Nosotros? 
       -Debes aprender –después se alejo.
       -¡¡¿En quiénes?!! –Grité- Dime…
Bajé y empecé a trabajar, me faltaba poco, pero estaba muy distraída, así que decidí caminar un rato, caminé y caminé por el bosque sin mirar atrás. Hasta que me cansé, me senté en el suelo y empecé a meditar, la paz y la tranquilidad volvió a envolverme, el sonido de los pájaros era aun más tranquilo. Pero la paz se fue cuando oí a alguien gritar:
       -¡¡Ah!! ¡¿Qué es esto?!
Abrí rápidamente los ojos, no había nadie.
       -¡¡Quiero salir!! –Seguía diciendo.
Me levanté de un salto, mientras miraba a mi alrededor y de un hoyo salió un duendecillo. Cuando logró salir ni siquiera me miro, solo se marchó. Quedé boquiabierta esto solo pasa en cuentos.
Ya no lo soportaba más que estaba pasando, quienes son ellos.
Quise volver a casa volver a casa, estuve caminando por todos lados. Pero me había perdido.
Me senté de rodillas, con la cara entre las manos.
       -¿Por qué tuve que salir a caminar? –Dije en voz alta.
Sentí que alguien se pozo en mi hombro, miré y era Lunaria.
       -¿Qué haces aquí? –Le dije 
       -¿Te perdiste? –Me dijo sin responder a mi pregunta.
       -Si, así es.
       -Pues ven, yo te llevaré a casa –La seguí.
       -¿Lunaria a que te refieres cuando dices que eres mi guía?
       -Es mi trabajo, cuidarte y ayudarte.
       -¿Cuidarme de quién?
       -De ellos- dijo en voz baja, mirando alrededor.
Me quedé callada y decidí no seguir preguntando.
Me dejó en frente a la casa de mis tíos, la noche ya estaba cayendo y me preocupe de que mis tíos me hallan estado buscando. Lunaria se estaba yendo. Pero antes me dijo:
      -Si me necesitas solo llámame –Me dijo –Nos vemos mañana, no lo olvides solo llámame.
Esa noche dormí muy bien, ya estaba entendiendo todo mucho mejor, los seres fantásticos si existen, hay algo por lo que están preocupados, y creo que al parecer necesitan mi ayuda.
Durante la mañana me sentía muy alegre. Así que después de comer salí al bosque.
Cuando llegue grité:
       -¡¡¡Lunaria!!! ¡¡Ven, ya llegue!! 
       -¿Me llamabas? –me dijo, mientras se sentaba en la baranda -¿Necesitas algo Stephanie?
       -Compañía y algunas explicaciones – respondí
       -¿Qué no entiendes?
       -¿Lo qué son? ¿Por qué eres mi guardiana? ¿Por qué nunca los había visto? ¿Y por qué debes cuidarme?
       -Bueno ya… como explicar somos “Seres fantásticos” así es como nos llaman, sobre tu segunda pregunta, hace unos años me dieron la labor de proteger, ayudar y enseñar al elegido. Y debo cuidarte porque aunque sabes cosas sobre nosotros, no sabes o necesario, podría ser peligroso –Dijo respondiendo a mi cuarta pregunta- Y creo que la tercera pregunta podrías responderla tu misma.
        -Claro que no, yo no se la respuesta.
        - Bueno si tu lo dices, cuando eras chica venias al bosque junto con tu hermana ¿cierto?
        -Si, así es –Digo sin entender, hacia donde quiere ir.
        - Tu y tu hermana nos vieron más de una vez, y a ustedes no les importaba porque creían que éramos solo parte de su imaginación. –recuerdo todas las veces que vimos hadas, duendes, e incluso recuerdo a ver visto un caballo con torso de persona. Todo empieza a calzar.
Me quedó pensando un rato hasta que digo.
       -¿Protegerme de quién?
       -¿Emm … es difícil de explicar, te estamos esperando hace años, pero eras muy pequeña. Stephanie debes salvarnos.
       -¿Quiénes más viven aquí?
       -Elfos, hadas, centauros, duendes, sátiros…
       -Guau… ¿Pero dónde?
       -Aquí, entre las hierbas, hojas, árboles…
De repente todo tipo de seres extraños, se mostraron ante mis ojos, de los árboles salieron unas mujeres con la piel café verdosa, logré ver a una familia de centauros y a un gran grupo de elfos, me rodearon pequeñas hada. Estaba muy impresionada.
       -¿Vez? Solo debías creer –Me dijo Lunaria
De repente un elfo, que aparentaba mi edad (Aunque estaba claro que tal vez tenia 1000 años o incluso más) se acercó a la casa y me dijo con una reverencia:
       -Stephanie Álfar, te necesitamos, debes ayudarnos -Era realmente bello, sus ojos multicolores me dejaron paralizada, era alto y ágil- Lunaria –dijo dirigiéndose a la hada- ¿Quién la va entrenar? 
       -¡Yo lo haré! –grito una de las mujeres de los árboles
       - ¡¡No lo haré yo!! –Gritaron a lo lejos
       -Silencio -Dijo Lunaria muy calmada- Ya esta decidido lo haré yo y Priem me ayudara. Vuelvan todos a donde tienen que estar –y todos le hicieron caso.
El elfo me dio la mano y bajé de la casita.
       -Buenas tardes su Alteza, soy Priem
       - Emm … Hola
       - Stephanie hay mucho que debes aprender –Siguió diciendo Lunaria –Tendrás que entrenar y mucho.
      -Pero ¿Por qué?
      -“Él” sigue ahí, en el bosque –dijo asustada
      -¿Quién es “Él”?
      -Nadie sabe, por eso lo llamamos así -dijo Priem
      -¿Entonces tengo que decirle que se valla y listo? –dije sarcásticamente 
      -Ven conmigo –Priem me empujó para que avanzara –Lunaria ya volvemos.
Empezamos a caminar, yo lo seguía, nos alejábamos cada vez más y empecé a preocuparme. Le pregunté a donde íbamos pero no obtuve respuesta. Llegamos a una laguna, era cristalina y se lograban ver todos los pececillos que habían.
      -Bienvenida a la Laguna de la Verdad.
      -¿Por qué me trajiste hasta aquí?
      -Es el único lugar seguro, ahora podré responder a todas tus preguntas.
      -¿Qué es “Él”?
      -No lo sabemos, es algo que no podemos ver, pero si percibir – dice mientras se sienta en el suelo- es invisible para nosotros y cualquier ser humano. Pero tu si lo puedes ver, tienes el poder para hacerlo te lo aseguro.
      -Así que quieren que valla a verlo y a decirle algo .
      -No exactamente. Debes hacer que desaparezca por completo, debes matarlo –la voz se le fue en la ultima palabra.
      -¿Y cómo quieren que haga eso?
      -Deberás entrenar –me dijo con una sonrisa –y ese será mi trabajo –entonces yo también sonrió- ¿Quieres que empecemos ahora? 
      -Esta bien
Empezamos con pequeños pasos para combate cuerpo a cuerpo, me enseño algunas habilidades para subir y saltar de árbol en árbol, en mis primeros intentos caí varias veces hasta que entendí la técnica, pero en una caí desde muy alto, el dolor era horrible. Cerré los ojos e involuntariamente me salieron algunas lágrimas, nunca había caído tan fuerte. De repente el calor que entregaban sus manos se empezó a expandir por todo mi cuerpo. Priem me puso la mano en la frente y todo el dolor desapareció, abrí los ojos y él estaba tirado al lado mío, estaba pálido y débil, pero cuando lo miré solo me dio una amplia sonrisa.
Nos sentamos al lado de la laguna a comer fruta, 
       -Deberías aprender a no caerte de los árboles -me dice él y después se ríe. 
       -Si creo lo mismo -y también me río. 
Me doy cuenta que empieza a caerme bien. 
Esa noche soñe algo que no lograba entender, las palabras que me decían eran imposible de comprender, o eso parecía. 
Al día siguiente estaba muy distraída y Priem lo notó, entonces me pregunto que me pasaba, no quería mentirle así que le conté:
       -Bueno tuve un sueño, y estoy preocupada por eso.
       -A ver cuentamelo
       -Estaba bajo el agua, y dos sirenas se acercaron a mi
       -¿Sirenas? 
       -Si, sirenas, me dijeron que para encontrar lo que necesito debo ir al agua de los llantos -Priem se quedo pensando, hasta que me respondió
       -Bueno vamos entonces
       -No podemos, mis tíos se van a preocupar mucho
       -No si saben porque nos vamos Stephanie, hay muchas cosas que no sabes, como que tus tíos son de nosotros -Quedé muy impresionada-Así que tendrás que explicarles, lo entenderán
Así que fuimos donde mis tíos, los saludé y les dije que debía decirles algo muy importante.
       -Tíos ya sé lo del bosque. 
       -Así que si eras tu -respondió mi tía- Tu eres la elegida
       -Así es, bueno pues tenemos que ir a buscar algo lejos, muy lejos de aquí. ¿Puedo ir? partimos hoy. 
       -Claro que si, es tu deber, pero por favor cuídate mucho-dijo mi tío. 
Nos dieron unas mochilas, en ella guardamos comida y agua fresca, además de algo de dinero. 
Priem y yo partimos al atardecer, caminamos por el bosque, hasta que decidimos caminar hacia la carretera. Hablamos mucho, le conté sobre mi vida y él sobre la suya. Gracias a eso descubrí que tenia 1500 años, aunque si alguien humano lo viera diría que tenía 14 años o 15, es decir prácticamnete un años más que yo. En ese viaje me di cuenta que me gustaba y mucho. 

Saludos
Fer <3

4 comentarios:

  1. Fer es buenísimo te voy a seguir insistiendo asta que subas más

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    1. jajaja, subiré el siguiente cuando lo terminé, y eso todavía no sucede, aunque te digo al tiro que el segundo capitulo es muy bueno
      saludos
      Fer

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  2. Holaa acaboo de descubrir tu blog y aunque solo llevas un capitulo ME ENCANTA!! La idea del libro es muy original. Y por cierto a mi no me parece que sea corto, es bastante largo y muuuyyy interesante. espero el proximo capitulo :))

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    1. Gracias Andrea.
      Perdón por no subir todavía el siguente capítulo, pero no tengo el computador todos los días, pero apenas lo pasé al computador lo subo.
      Gracias de nuevo por dejarme un comentario.

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